SENASA DG-CN-015-21
 
 
Ante la cercanía de la Semana Santa, periodo que conlleva por tradición un incremento en la compra y consumo de pescados y mariscos, el Servicio Nacional de Salud Animal (SENASA) del Ministerio de Agricultura y Ganadería, brinda recomendaciones a los consumidores, comerciantes y transportistas, para una manipulación adecuada del producto y  así evitar intoxicaciones alimentarias.
 
Consejos al consumidor:
 
  1. Adquiera los productos pesqueros en comercios autorizados por SENASA. Evite adquirir productos de dudosa procedencia, o aquellos que se comercialicen en vía pública.  Prefiera adquirir productos cuyo origen sea la pesca responsable.
  2. Para constatar que un pescado entero está fresco, los ojos deben ocupar toda la cavidad orbitaria, deben ser transparentes, firmes, brillantes, salientes y de pupila oscura; las branquias (agallas) deben presentar un color del rosado al rojo intenso, deben verse húmedas y brillantes, con apariencia homogénea, sin sustancias viscosas y con olor suave a mar.
  3. La carne debe ser firme y elástica al tacto, debe estar bien adherida a los huesos, que no se desprendan de ellos al ejercer presión con los dedos; color propio con superficie de corte brillante, su olor debe ser agradable, con aroma marino.
  4. Las escamas deben estar unidas entre sí, bien adheridas a la piel, con brillo metálico, no viscosas; la cavidad abdominal sin vísceras y limpia, superficie sin desgarre y lustrosa.  La piel del pescado tiene que estar firme, húmeda, tersa, adherida al músculo, sin arrugas ni laceraciones, con color y apariencia propia de la especie.
  5. El pescado seco salado debe presentar un color blanco amarillento, con superficies secas y consistencia dura, con olor característico de la especie.
  6. Los calamares y pulpos frescos deben tener una consistencia firme, además de una apariencia húmeda, brillante y olores suaves, la carne sin cáscara debe ser traslúcida, blanca o gris claro en toda la superficie y tener un olor fresco marino.
  7. Los crustáceos frescos, como langostas, camarones, cangrejos y langostinos, deben presentar un color gris o ceniciento rojizo al ser extraído del agua.
  8. Inmediatamente después de su compra, coloque los productos frescos en el refrigerador o congelador. Evite volver a congelarlos, se recomienda prepararlos y consumirlos lo antes posible.
  9. Verifique la información de la etiqueta.
 
Recomendaciones a los transportistas y comercializadores:
 
  1. Mantener la cadena de frío.
  2. Transportar los productos en condiciones adecuadas de embalaje y con abundante hielo.
  3. Las temperaturas para producto fresco deben ser no mayor a 4°C y para producto congelado no mayor de -18°C.
  4. Los pescados y mariscos en exhibición deben estar en estado fresco y contar con abundante hielo.
  5. Transportistas y comerciantes deben contar con el Certificado Veterinario de Operación (CVO).
  6. Respetar los lineamientos de etiquetado establecidos en el Reglamento Técnico 449:2010, emitido por los ministerios de Agricultura y Ganadería, y de Economía, Industria y Comercio.
 
Según datos aportados por Olivet Cruz, Director de la Dirección de Inocuidad de Productos de Origen Animal, SENASA realiza inspecciones en las pescaderías del país, así como en otros puntos de comercialización como muelles, centros de recibo, vehículos de transporte y plantas de proceso, para evaluar características organolépticas (característica físicas) de los productos y garantizar que se cumplen las normas inocuidad.
 
En el año 2020, la Dirección de Inocuidad de Productos de Origen Animal del SENASA (DIPOA) realizó 136 inspecciones que contemplaron plantas de proceso de pescado tanto de exportación como de consumo interno, fincas acuícolas y embarcaciones.
 
El consumo anual de productos pesqueros por costarricense, según datos de INCOPESCA es de 6,3 kilogramos de pescado, cifra considerada bastante baja, ya que lo recomendado por la Organización Mundial de Salud (OMS) es consumir 12 kilogramos de pescado por año, por lo que se hace un llamado a aumentar el consumo de productos pesqueros y acuícolas nacionales, apoyando a los productores y pescadores como una forma de reactivar la economía nacional desde las zonas costeras.