El Sistema de Control de Movilización y Rastreabilidad Grupal del Ganado Bovino, que comenzó a operar el Servicio Nacional de Salud Animal, SENASA, en 2010, permitió este jueves la recuperación de 34 reses que habían sido sustraídas la noche del miércoles de una finca dedicada a la cría, en la zona de San Carlos.  Los bovinos, estaban a punto de ser comercializados en la Subasta Ganadera Río Blanco, en Guápiles.
 
“En el 2010, iniciamos en el país con la operación del Sistema de Control de Movilización y Rastreabilidad, que es un sistema obligatorio para todos los ganaderos del territorio nacional y nos permite identificar la procedencia y propiedad de todos los bovinos que se movilizan, comercializan y faenan en el país, con el fin de establecer responsabilidad sobre estos”, dijo Federico Chaverri, Director General del SENASA.
 
El Sistema incluye la identificación con marca por lo que todos los bovinos que sean movilizados o comercializados deben estar identificados con la marca inscrita por el último propietario. De esta manera, cada vez que el animal cambie de propietario debe de ser identificado con el fierro del último propietario, manteniendo inalterada la marca del propietario anterior. Las marcas deben de estar registras ante la oficina de marcas de ganado, la cual regula y controla que no exista duplicación de fierros.
 
En el caso de los animales sustraídos en San Carlos, se activaron los comités de robo de ganado que existen en las distintas zonas ganaderas del país, y a través de mensajes se detectó que uno de los posibles destinos sería la Subasta Ganadera Rio Blanco en Guápiles.  Los funcionarios de SENASA se apersonaron a dicha Subasta, en compañía de las autoridades policiales, y se procedió a realizar la inspección y   documentación que logró confirmar la presencia de los bovinos gracias a dos marcas de fierro y a la guía oficial de movilización de ganado bovino y bufalino que acompañaban los animales.
 
En la guía oficial de movilización se declaran los datos del establecimiento donde se origina el movimiento, información del propietario o responsable del ganado en ese establecimiento, así como los detalles de la cantidad de bovinos que se movilizan, su identificación y el destino, además de los datos del transportista.
 
El caso se encuentra en investigación por parte del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), entidad que detuvo a tres sospechosos de cometer el ilícito.